El objetivo de este texto es describir el programa de gestión pública del primer año y medio del gobierno de Mauricio Macri. Para ello vamos a analizar las principales medidas y estrategias de acción puestas en marcha y reseñar algunas de sus esperables consecuencias. Ocasionalmente, y cuando la circunstancia lo reclame, revisaremos los supuestos que sostienen esas medidas y estrategias.

Como ocurre con casi todos los aspectos del gobierno de la alianza Cambiemos, quienes trabajamos este texto tenemos profundas diferencias con el orientación que se ha dado a la gestión estatal de nuestro país. En particular, hemos sido (y somos) muy críticos con la llamada «nueva gerencia pública» y con la forma en que ese enfoque ha tomado cuerpo en el Plan de Modernización (Decreto 434/17)1. Nosotros no sólo criticamos lo que se está haciendo sino que proponemos un proyecto alternativo, con medidas concretas que presentan un camino alternativo al actual modelo de gestión2.

Pero, independientemente de ellas, creemos pertinente analizar el proyecto de gestión estatal en el marco de su propia lógica. Veremos así como muchas de las principales medidas prometidas no se efectivizaron -lo que constituye la dimensión estatal de lo que denunciamos como «estafa electoral»- otras son inviables y el resto tienen efectos indeseables. Adicionalmente, en el despliegue de muchas de ellas, el gobierno ha mostrado torpeza e incapacidad.

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